Letra de Bella En Lisboa (Con Tito Alcedo A La Guitarra) - Javier Ruibal
Letra de canci�n de Bella En Lisboa (Con Tito Alcedo A La Guitarra) de Javier Ruibal lyrics
Dos ojos negros de Mozambique
miran al fondo de un viejo fado.
Quisiera ser yo quien te abanique
un pase�to cruzando el Chiado.
Por una vez entre mil y una,
una por una me hicieron blanco
todas las flechas que la morena
bajo la luna me fue lanzando.
Campos de mandioca y te,
anacardo y algod�n
en la mirada tra�a.
Y un amor despu�s de un ciento,
m�s que parecer un cuento
es ya pura fantas�a.
Del Malawi su color
y del ag�ita una flor
que en el pelo se prend�a,
y al sabor del ron de ca�a
dej� de ser una extra�a
su boca para la m�a.
Siempre por irse, bella en Lisboa,
para m� quiero el remo de su canoa.
Siempre por irse, bela na r�a,
te llevar� en la proa de mi fal�a.
Dos ojos negros pidiendo a besos
https://www.coveralia.com/letras/bella-en-lisboa--con-tito-alcedo-a-la-guitarra--javier-ruibal.php
un cuerpo a cuerpo, qui�n no se diera,
que a beso limpio me hiciera preso
y el coraz�n que se me rompiera.
Y ya muy lejos del estuario,
lejos del ruido de los tranv�as,
toda Lisboa por esos labios
con estos m�os me beber�a.
Campos de mandioca y te,
anacardo y algod�n
en la mirada tra�a.
Y un amor despu�s de un ciento,
m�s que parecer un cuento
es ya pura fantas�a.
Del Malawi su color
y del ag�ita una flor
que en el pelo se prend�a,
y al sabor del ron de ca�a
dej� de ser una extra�a
su boca para la m�a.
Siempre por irse, bella en Lisboa,
para m� quiero el remo de su canoa.
Siempre por irse, bela na r�a,
te llevar� en la proa de mi fal�a.
miran al fondo de un viejo fado.
Quisiera ser yo quien te abanique
un pase�to cruzando el Chiado.
Por una vez entre mil y una,
una por una me hicieron blanco
todas las flechas que la morena
bajo la luna me fue lanzando.
Campos de mandioca y te,
anacardo y algod�n
en la mirada tra�a.
Y un amor despu�s de un ciento,
m�s que parecer un cuento
es ya pura fantas�a.
Del Malawi su color
y del ag�ita una flor
que en el pelo se prend�a,
y al sabor del ron de ca�a
dej� de ser una extra�a
su boca para la m�a.
Siempre por irse, bella en Lisboa,
para m� quiero el remo de su canoa.
Siempre por irse, bela na r�a,
te llevar� en la proa de mi fal�a.
Dos ojos negros pidiendo a besos
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un cuerpo a cuerpo, qui�n no se diera,
que a beso limpio me hiciera preso
y el coraz�n que se me rompiera.
Y ya muy lejos del estuario,
lejos del ruido de los tranv�as,
toda Lisboa por esos labios
con estos m�os me beber�a.
Campos de mandioca y te,
anacardo y algod�n
en la mirada tra�a.
Y un amor despu�s de un ciento,
m�s que parecer un cuento
es ya pura fantas�a.
Del Malawi su color
y del ag�ita una flor
que en el pelo se prend�a,
y al sabor del ron de ca�a
dej� de ser una extra�a
su boca para la m�a.
Siempre por irse, bella en Lisboa,
para m� quiero el remo de su canoa.
Siempre por irse, bela na r�a,
te llevar� en la proa de mi fal�a.