Letra de Esta Hora De Los Besos (Con Manuel Machado A La Trompeta) - Javier Ruibal
Letra de canci�n de Esta Hora De Los Besos (Con Manuel Machado A La Trompeta) de Javier Ruibal lyrics
Ni el �ltimo ni el primero,
el m�s dulce y elegante,
ni demasiado sincero,
ni cortito en lo tunante,
ni valiente ni prudente
para decirte te quiero:
�qui�n quiere ser el m�s guapo
entre todos los morenos?
El amor es el ag�ita
que me alivia del desierto;
deja que aprenda contigo,
no sabr� ser tu maestro.
No me hace falta estatura,
me la dar� tu persona.
Trae tu sombra chiquita,
que se cobije en mi sombra.
Esta hora de los besos
en que por ti me dar�a
a tu capricho y merced,
hasta las claras del d�a
no te hacen due�a, mi vida,
de las otras veintitr�s,
https://www.coveralia.com/letras/esta-hora-de-los-besos--con-manuel-machado-a-la-trompeta--javier-ruibal.php
pero sabes que son tuyas
si t� las quieres tener. (bis)
Y t�, ni dama ni due�a,
ni juguetito a mi antojo,
yo quiero ser la candela
que ha encendido tus ojos.
Ni discreta ni celosa,
ni hembra que se equivoca,
ni corta ni perezosa
para perderte en mi boca.
Esta hora de los besos
en que por ti me dar�a
a tu capricho y merced,
hasta las claras del d�a
no te hacen due�a, mi vida,
de las otras veintitr�s,
pero sabes que son tuyas
si t� las quieres tener. (bis)
el m�s dulce y elegante,
ni demasiado sincero,
ni cortito en lo tunante,
ni valiente ni prudente
para decirte te quiero:
�qui�n quiere ser el m�s guapo
entre todos los morenos?
El amor es el ag�ita
que me alivia del desierto;
deja que aprenda contigo,
no sabr� ser tu maestro.
No me hace falta estatura,
me la dar� tu persona.
Trae tu sombra chiquita,
que se cobije en mi sombra.
Esta hora de los besos
en que por ti me dar�a
a tu capricho y merced,
hasta las claras del d�a
no te hacen due�a, mi vida,
de las otras veintitr�s,
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pero sabes que son tuyas
si t� las quieres tener. (bis)
Y t�, ni dama ni due�a,
ni juguetito a mi antojo,
yo quiero ser la candela
que ha encendido tus ojos.
Ni discreta ni celosa,
ni hembra que se equivoca,
ni corta ni perezosa
para perderte en mi boca.
Esta hora de los besos
en que por ti me dar�a
a tu capricho y merced,
hasta las claras del d�a
no te hacen due�a, mi vida,
de las otras veintitr�s,
pero sabes que son tuyas
si t� las quieres tener. (bis)