Letra de Han Ca�do Los Dos - Bunbury
Letra de canci�n de Han Ca�do Los Dos de Bunbury lyrics
Han ca�do los dos cual soldados fulminados al suelo
y ahora est�n atrapados los dos en la misma prisi�n
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensi�n de silencio.
Han ca�do los dos bajo el punto de vista exclusivo
iniciando una guerra en que nadie pudo vencer jam�s
ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y �l encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir.
Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la l�nea del tiempo.
Han ca�do los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonr�e mostrando sus dientes de acero.
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Han ca�do los dos cual soldados fulminados al suelo
y ahora est�n atrapados los dos en la misma prisi�n
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensi�n de silencio
Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la l�nea del tiempo.
Han ca�do los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonr�e mostrando sus dientes de acero
Ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y �l encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir
y ahora est�n atrapados los dos en la misma prisi�n
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensi�n de silencio.
Han ca�do los dos bajo el punto de vista exclusivo
iniciando una guerra en que nadie pudo vencer jam�s
ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y �l encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir.
Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la l�nea del tiempo.
Han ca�do los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonr�e mostrando sus dientes de acero.
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Han ca�do los dos cual soldados fulminados al suelo
y ahora est�n atrapados los dos en la misma prisi�n
vigilados por el ojo incansable del deseo voraz
sometidos a una insoportable tensi�n de silencio
Antes eran dos barcos sin rumbo
hoy son dos marionetas que van
persiguiendo una luz cegadora
por la l�nea del tiempo.
Han ca�do los dos en la boca de un dios tenebroso
que sonr�e mostrando sus dientes de acero
Ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido
y �l encuentra un sentido al enigma que no le dejaba existir