Letra de Por Encima De Lo Humano Y Lo Divino - Habeas Corpus
Letra de canci�n de Por Encima De Lo Humano Y Lo Divino de Habeas Corpus lyrics
Por encima de lo humano y lo divino
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.
Entre el gusto por Armani y la adicci�n a la coca�na
se encuentran los l�mites reales de los que
se hacen llamar importantes.
Sin duda la duda ya no forma parte
del ideario de los triunfadores.
Los escr�pulos duran lo que tarda
lo que tarda en llegar el dinero f�cil.
Para los d�biles quedan reservadas las viejas
Y las nuevas enfermedades.
La marginaci�n, la m�s silenciosa.
El podrido silencio de sus podridas bocas.
En la econom�a, como en la vida,
los liberales saben bien de quien es la mano
invisible que cierra las puertas y abre las heridas,
que empuja al suicida a convertirse en suicida.
Nadie ayuda a nadie.
Por encima de lo humano y lo divino
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.
https://www.coveralia.com/letras/por-encima-de-lo-humano-y-lo-divino-habeas-corpus.php
Es debajo de los puentes
donde se acumulan las filas
de cad�veres que aun respiran
esa mezcla de hambre, alcohol y hero�na.
A nosotros pod�is enga�arnos
pero no a nuestros est�magos.
El discurso de los vencedores
resulta amargamente compasivo.
Solamente aquellos que escriben y hablan
sobre la pobreza son y ser�n capaces
de encontrar un m�nimo de belleza entre
La necesidad, la escasez y el hambre.
La lastima no es suficiente, la caridad duele,
y la limosna esparce el terror
que nos lleva a padecer en silencio
por que nos hac�is parecer invisibles.
Nadie ayuda a nadie.
Por encima de lo humano y lo divino
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.
Entre el gusto por Armani y la adicci�n a la coca�na
se encuentran los l�mites reales de los que
se hacen llamar importantes.
Sin duda la duda ya no forma parte
del ideario de los triunfadores.
Los escr�pulos duran lo que tarda
lo que tarda en llegar el dinero f�cil.
Para los d�biles quedan reservadas las viejas
Y las nuevas enfermedades.
La marginaci�n, la m�s silenciosa.
El podrido silencio de sus podridas bocas.
En la econom�a, como en la vida,
los liberales saben bien de quien es la mano
invisible que cierra las puertas y abre las heridas,
que empuja al suicida a convertirse en suicida.
Nadie ayuda a nadie.
Por encima de lo humano y lo divino
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.
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Es debajo de los puentes
donde se acumulan las filas
de cad�veres que aun respiran
esa mezcla de hambre, alcohol y hero�na.
A nosotros pod�is enga�arnos
pero no a nuestros est�magos.
El discurso de los vencedores
resulta amargamente compasivo.
Solamente aquellos que escriben y hablan
sobre la pobreza son y ser�n capaces
de encontrar un m�nimo de belleza entre
La necesidad, la escasez y el hambre.
La lastima no es suficiente, la caridad duele,
y la limosna esparce el terror
que nos lleva a padecer en silencio
por que nos hac�is parecer invisibles.
Nadie ayuda a nadie.
Por encima de lo humano y lo divino
Vosotros, vosotras y vuestro dinero.