Letra de Uno Menos Uno - Discordia
Letra de canci�n de Uno Menos Uno de Discordia lyrics
Es el final del invierno, alguien decidi�
parar el reloj, dejar sin billete de vuelta.
Respuesta al delirio asesino de quien no perdi�
en aquel vag�n, un hijo, una madre, una pierna..
Era una noche tranquila hasta que tembl�
la tierra al caer, el pu�o del poderoso.
Donde el paisaje era arena y el oro negro,
el cielo est� gris y el cielo pintado de rojo.
�rase una v�ctima, un verdugo,
zona cero uno menos uno...
Los mismo los que matan,
lo mismo los que mueren,
cima de estrategias,
valle de inocentes.
https://www.coveralia.com/letras/uno-menos-uno-discordia.php
Tierra sagrada de odio y desesperaci�n
un muro levant�, que cosas tiene la vida.
La estrella barrida es ahora signo de ocupaci�n,
cadena de horror, se activa la carga explosiva.
De la lejana Indonesia hasta Nueva York,
tiene el mismo valor la sangre que se vierte.
Y el miedo solo tiene un rostro y vida no hay dos,
ni patria ni dios, merece que se les entregue.
Quien dicta a su antojo el ojo por ojo,
explote de odio en su habitaci�n
no tiene sentido, todo est� perdido,
si no se deserta y vence el amor.
parar el reloj, dejar sin billete de vuelta.
Respuesta al delirio asesino de quien no perdi�
en aquel vag�n, un hijo, una madre, una pierna..
Era una noche tranquila hasta que tembl�
la tierra al caer, el pu�o del poderoso.
Donde el paisaje era arena y el oro negro,
el cielo est� gris y el cielo pintado de rojo.
�rase una v�ctima, un verdugo,
zona cero uno menos uno...
Los mismo los que matan,
lo mismo los que mueren,
cima de estrategias,
valle de inocentes.
https://www.coveralia.com/letras/uno-menos-uno-discordia.php
Tierra sagrada de odio y desesperaci�n
un muro levant�, que cosas tiene la vida.
La estrella barrida es ahora signo de ocupaci�n,
cadena de horror, se activa la carga explosiva.
De la lejana Indonesia hasta Nueva York,
tiene el mismo valor la sangre que se vierte.
Y el miedo solo tiene un rostro y vida no hay dos,
ni patria ni dios, merece que se les entregue.
Quien dicta a su antojo el ojo por ojo,
explote de odio en su habitaci�n
no tiene sentido, todo est� perdido,
si no se deserta y vence el amor.